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¿Cómo te puede ayudar la fisioterapia para mejorar tu fertilidad?

Gracias al importante trabajo de difusión de los últimos años, ahora somos más conscientes de la trascendencia del abordaje multidisciplinar en los casos de problemas de fertilidad. Pero, sólo unas pocas privilegiadas conocen el papel de la fisioterapia dentro de los tratamientos integrales para la fertilidad.

Por eso, en este artículo queremos responder a esa pregunta con claridad. Para que sepas todo lo necesario sobre esta técnica que ya podemos ofrecerte en el Atelier del Bienestar.

¿Qué problemas de fertilidad o salud femenina puede solucionar la fisioterapia?

Empecemos por nombrar aquellas causas de infertilidad que son susceptibles de tratamiento fisioterápico:

  • Falta de movilidad de los tejidos y/o las vísceras.

Hay muchos motivos por los que nuestra pelvis, útero, cérvix y/o trompas pueden disminuir su movilidad. Por ejemplo, nuestro estilo de vida sedentario o patologías que crean adherencias y cirugías.

Normalmente no le hacemos mucho caso a las cicatrices, sólo nos ocupamos de su consecuencia estética o si provocan dolor. Las cicatrices, si no se movilizan, acaban “pegándose” a los tejidos que tienen a su alrededor y tirando de ellos. Nuestras fascias son muy solidarias, van adquiriendo la información que le trasmite la fascia vecina. Si reciben tensión, se tensan. Y así, una adherencia muy localizada puede
provocar tensión en zonas alejadas a esa lesión.

Un caso que vivió de primera mano nuestra fisioterapeuta: Una mujer de sesenta años, a la que habían intervenido de cáncer de mamá hacía diez años. Ahora estaba en lista de espera para una operación de cadera. Estuvimos tratando las cicatrices de la intervención del cáncer de mama, que estaban adheridas. Las fascias recuperaron su movilidad y fuimos liberando las que se habían tensado desde ese origen. ¿El resultado? Desaparecieron los dolores de cadera y evitó la intervención.

  • Alteración de la biomecánica de la columna lumbar-craneal.

La afectación de la columna (hernia discal, rectificación de la curvatura fisiológica, etc), puede perjudicar al eje hipotálamo-hipofisario, es decir, al eje que controla el equilibrio hormonal.

  • Cualquier lesión en el sacro.

La pérdida de movilidad en el sacro puede alterar la estimulación nerviosa y el sistema circulatorio de nuestros órganos pélvicos.

  • Estado de la musculatura del suelo pélvico.

La debilidad o el exceso de tono de la musculatura pélvica afectan directamente a la posición uterina.

Imagina que tu suelo pélvico es una hamaca donde se sostienen todas tus vísceras. Si el tejido de tu hamaca está demasiado laxo, todo desciende y se adapta a esa laxitud. Si el tejido de tu hamaca está agarrotado, dificultará que se mueva todo lo que contiene en su interior.

  • Malposición uterina.

Habitualmente encontramos el útero en anteversión (hacia la vejiga), aunque también podemos encontrarlo en retroversión (hacia el recto) o lateralizado. Ninguna posición es patológica en sí misma, el problema es cuando la posición impide la buena movilidad del órgano. El útero puede presentar una postura que impida la subida de los espermatozoides hacia el cuerpo uterino.

  • Congestión pélvica.

Hablamos de un acúmulo de sangre en la zona pélvica. Esto puede ocurrir por un mal retorno venoso, muy frecuente en la diabetes.

  • Calidad de la mucosa vaginal.

Se trata del vehículo que trasporta los espermatozoides y necesitamos una diligencia de calidad.

  • Estrés.

Ya sabemos que el estrés altera nuestro sistema nervioso, provoca inflamación de bajo grado en los tejidos y todo esto puede empeorar la funcionalidad de los órganos, incluidos los órganos pélvicos.

¿Cómo se llevan a cabo las sesiones de Fisioterapia para mejorar la fertilidad y salud hormonal?

Tenemos muchas herramientas para incidir en cada una de las alteraciones enumeradas anteriormente y queremos que dejen de ser un secreto.

Lo primero que hacemos es realizar una valoración de todo lo anterior, mediante la entrevista y exploración inicial. Así conseguimos llevar a cabo un tratamiento personalizado, ¡como siempre hacemos en Onêt!

Una vez recopilada la información que necesitamos, abrimos el abanico terapéutico y según eso elegimos la mejor opción para cada caso:

  • Terapia manual: ayudamos a mejorar la movilidad de las vísceras, trabajando las tensiones articulares, fasciales, musculares y ligamentosas. También a través de la terapia manual mejoramos la circulación, consiguiendo mayor aporte de oxígeno y de nutrientes a los tejidos de la pelvis. Existen técnicas manuales para equilibrar el sistema nervioso vegetativo, incidiendo también en el equilibrio de los ejes hormonales.
  • Tratamiento postural: mejorando todos los puntos descritos anteriormente.
  • Hábitos: modificando algunos hábitos, por ejemplo, cómo vamos al baño, podemos mejorar la congestión pélvica y el estado de nuestro suelo pélvico.
  • Ejercicios terapéuticos: siempre en base a la valoración inicial, te propondremos ejercicios para tonificar, relajar o flexibilizar tus tejidos.

Por tanto, es importante incluir el tratamiento fisioterápico dentro del trabajo multidisciplinar. Para incidir directamente sobre la biomecánica y la nutrición de tus tejidos y órganos pélvicos, mejorando así su funcionalidad.

Desde la Fisioterapia podemos ayudarte a mejorar tu fertilidad y salud hormonal. Por eso ya tenemos a tu disposición este servicio en nuestro Atelier del Bienestar de la mano de María, nuestra fisioterapeuta especializada en suelo pélvico.

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