Así de alarmante está la situación según un estudio que realizó Albert Esteve, Daniel Devolder y Andreu Domingo, del Centre d’Estudis Demogràfics de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Las razones por las que las mujeres que hemos nacido este año hemos bajado el índice de fecundidad en España son variadas.
Los problemas de fertilidad, que cada día van en aumento, tienen parte de responsabilidad en esta baja tasa. Ya que el porcentaje de hombres y mujeres que les cuesta lograr un embarazo es mayor cada año.
Como expertas en Fertilidad Integral desde Onêt podemos asegurar que estos problemas de fertilidad tienen distintos orígenes.
Principales motivos que ha contribuido a que las mujeres nacidas en 1975 se hayan convertido en la generación que menos hijos ha tenido y las menos fértil de los últimos 130 años.
- Los cambio en el estilo de vida y los nuevos hábitos alimenticios. Ya que tenemos a nuestro alcance comida cada vez más procesada y menos nutritiva, por tanto, menos reconocible por nuestro organismo. Causante de empeorar ciertas alteraciones hormonales asociadas a la infertilidad y que afectan la capacidad reproductiva.
- El sedentarismo: No nos movemos lo suficiente, ingerimos mucho más que “quemamos”, y esto crea un desbalance energético funcional. Afectando a nuestro sistema hormonal, importantísimo si queremos quedar embarazada.
- El estrés: Otro factor esencial en la infertilidad y en cualquier patología en nuestro organismo, tanto físico como nervioso. El no dormir las horas que deberíamos, tener los ritmos circadianos totalmente alterados, no tener una buena calidad del sueño, y por supuesto el estrés que nos genera el trabajo, la empresa, familia, las prisas por hacer todo ya y querer estar en todos los sitios…
El estrés se está convirtiendo en otra pandemia muchos más silenciosa. Pero igual de peligrosa que la hemos pasado, y veremos los resultados dentro de unos años. Los niveles elevados de estrés sostenido en el tiempo nos altera la glándula tiroides, el intestino, la microbiota, la glucosa, el sistema inmune, nos inflama, aumenta la prolactina, baja la progesterona (hormona del embarazo) …Hoy en día ya existen estudios científicos que demuestran todas estas alteraciones y disfunciones, y mucho más que no podemos exponer aquí.
- Las parejas tienden a retrasar el inicio de una familia por compromisos profesionales y decisiones sobre su estilo de vida. En las últimas décadas la edad de mujer al tener a su primer hijo se ha retrasado considerablemente más de 5-10 años, con lo que ello implica biológicamente. Vivimos en una sociedad muy moderna y acelerada, pero nuestro organismo sigue siendo el mismo que hace miles de años. Y tendremos que empezar a tomar conciencia de esta disociación, por nuestro bien.
En el caso de la mujer la edad reproductiva importa y mucho. Cabe destacar que nosotras nacemos con los óvulos que utilizaremos en el futuro en cada ciclo menstrual, y que darán lugar al embrión.
Los óvulos “envejecen” con nosotras, y está demostrado que a partir de los 35 años empieza ya a descender la fertilidad femenina. Pero después de los 40 años se produce otra bajada brusca y somos más concientes.. La edad nos afecta porque cada vez tenemos menos óvulos (reserva ovárica) y se hace más dificil concebir un hijo. Y porque el material genético de esos óvulos con los años es más defectuoso generando embriones que no implantan en el útero o que acaban generando abortos espontaneos.
En el caso del hombre los científicos pensábamos que la edad no influía en la fertilidad masculina. Pero estudios recientes nos demuestran que la edad también les afecta a ellos. Aumenta la fragmentación del ADN espermático y por tanto afecta a la fecundación del óvulo y al desarrollo del embrión. Lo que sí podemos decir es que ellos tienen más años de fertilidad, porque empieza a empeorar esa calidad seminal a partir de los 45 años. Pudiendo tener una muestra seminal correcta hasta mínimo 10 años más. Cosa casi imposible en cada mujer.
- Las mujeres nacidas en el 75, un porcentaje de ellas, no han querido tener hijos por elección propia y conscientemente. Algunas porque no creyeron que era el mejor momento, o no tenián un trabajo estable. Buscaban una pareja con la que formar esa familia (en el caso de que no quieran formar una familia monoparental). Otras quieren mejorar laboralmente, y no ssentían que estaban preparadas para emprender ese viaje, de momento. El problema llega cuando por todas estas razones posponemos la maternidad y cuando hemos llegado a tener el escenario perfecto (casa, trabajo, economía, estabilidad emocional…) para que ese bebé llegue al mundo… nos encontremos en el grupo de la Infertilidad porque nuestros óvulos ya no son viables.
Tener un hijo no es una decisión fácil, ni física ni emocionalmente, pero casualmente las mujeres que nacimos en 1975 lo tenemos aún más complicado. Al menos eso dicen los estudios, con la conclusión final de que un 30% de las mujeres nacidas en este año no serán madres.
Y un último dato de otro estudio publicado hace cuatro años, las mujeres españolas tenemos el primer puesto en la edad más alta de tener el primer hijo.