Que la vida que llevamos afecta negativamente a la fertilidad, es un hecho, porque cada año aumentan los casos de infertilidad masculina y femenina. Cada año se realizan más tratamientos de fertilidad en todo el mundo.
Y las razones son múltiples, y eso es lo que a los expertos nos produce miedo. Que es multifactorial, y que para poder tratarlo necesitamos un tratamiento integral de fertilidad. No siempre se aborda este problema teniendo en cuenta todos los factores que lo afectan.
Siempre se ha tenido la creencia de que el hombre es fértil durante toda su vida. Pero los estudios ya están demostrando que no es tanto así. Es cierto que tiene la capacidad de regenerar su esperma cada 90 días, y eso es una buena noticia. Pero el paso de los años también afecta a los espermatozoides.
Estudios de fertilidad masculina
Cuando hacemos un estudio de fertilidad masculina tóxica, analizamos la muestra espermática haciendo un recuento de espermatozoides. Calculando la movilidad progresiva de los mismos, y valorando su morfología, y no se analiza nada más.
Sabemos que dentro de la cabeza del esperma tiene el material genético, y el ADN. Los cromosomas son inamovibles, pero el ADN sí puede variar, para bien y para mal.
En los centros de fertilidad vemos que una alta fragmentación del ADN espermático reduce la fertilidad del hombre. Incluso aunque aparentemente la cantidad y movilidad del esperma sea la perfecta. Por eso es importante recalcar que debemos rodearnos de buenos profesionales para que sepan valorar si son necesarias más pruebas en el hombre. Porque con un seminograma nos quedamos con mucha información sin saber… y la fragmentación espermática de ADN tiene un papel importante en la fertilidad. Ya que esta rotura del ADN puede causar fallos de fecundación del óvulo, puede provocar menor tasa de implantación del embrión. E incluso aumentar la tasa de abortos naturales en la mujer, por lo que es un dato a tener muy en cuenta cuando vamos a buscar ese bebé.
Factores que influyen en la infertilidad masculina
Y también sabemos que hay diferentes factores que generan esa fragmentación, por ejemplo, una alta temperatura testicular. Predispone a una mayor fragmentación del ADN espermático. Y esto sucede cuando el testículo pasa horas pegado al cuerpo (por ejemplo, si estamos muchas horas sentados, o llevamos calzoncillos apretados). El someternos a un calor externo, como por ejemplo una sauna, tampoco favorece la fertilidad masculina. Si además partimos ya de unos niveles elevados de fragmentación.
La inflamación generada por un problema de insulina, azúcar o por una mala alimentación también predispone a una mayor rotura. Un exceso de ejercicio físico también nos puede fragmentar más el ADN.
Pero no solo la alimentación, el ejercicio en exceso, las altas temperaturas pueden ir en contra de la fertilidad masculina. Otra variable que está muy presente en nuestra vida moderna es el estrés y los tóxicos. Y ambos afectan negativamente a la fertilidad.
El estrés oxida las células y además te predispone a la inflamación.
Y los tóxicos tienen una mención aparte porque cada día estamos rodeados de más tóxicos. En la comida, en la bebida, en la casa, en la ropa, en la calle…. Vivimos acompañados de sustancias que nos están dañando el sistema hormonal, el sistema inmunológico y por tanto la fertilidad.
La contaminación de las ciudades, de los coches, el combustible que utilizamos… son responsables de una parte de nuestros problemas hormonales y de fertilidad. Recientemente se ha realizado un estudio en China al respecto, donde se vio que las parejas que vivían en poblaciones con más contaminación tardaban más en conseguir el embarazo.
Pero además en nuestro día a día nos relacionamos con parabenos, pesticidas, bisfenol, disolventes, dioxinas… podemos encontrarlos en los plásticos (con lo que ello implica: bebidas, comidas…). En productos de limpieza, cosméticos, menaje de cocina, en la propia comida y bebida que ingerimos, incluso en el agua corriente…
Y otro tóxico que altera la fertilidad del hombre son los metales pesados como el mercurio, aluminio, plomo… y estos metales pesados los podemos encontrar en los pescados, pero también en nuestro propio cuerpo, por ejemplo, porque nos hayan puesto amalgamas de mercurio.
Infertilidad masculina tóxica, actualidad
Cada día hay más estudios que nos alertan del futuro que nos espera a nivel reproductivo. Y debemos tratarlo, y es ahí donde un abordaje integral es determinante para el futuro reproductivo del hombre.
Porque no solo existen los tóxicos que todos conocemos como el tabaco, alcohol, drogas… que, por supuesto afectan a la fertilidad del hombre, unos de nuestros grandes problemas son todos aquellos alterados que vivimos como normales pero que nos hacen también mucho daño.
La parte positiva, que podemos mejorarlo, como apuntaba, por suerte el esperma se regenera cada 90 días. Por lo que tenemos la oportunidad de ayudarle a que tenga mejor calidad, a través de tratamiento con antioxidantes. Por ejemplo, siempre bajo la supervisión de un profesional formado. También es importante las pautas alimenticias y practicar el ejercicio adecuado.
Y por supuesto gestión del estrés, que tanto nos daña y que acabará siendo una nueva pandemia si no le ponemos freno.
En Onêt hemos creado un Programa Integral para la Fertilidad del hombre y de la mujer. Teniendo en cuenta todo lo dicho, y además vemos resultados muy alentadores y podemos decir que podemos ayudar en muchísimos casos a revertir los problemas de infertilidad.