Cuando hablamos de fertilidad, solemos centrarnos en aspectos como la salud hormonal, el ciclo menstrual y otros factores directamente relacionados con los órganos reproductores. Sin embargo, hay un componente fundamental que a menudo pasa desapercibido pero que desempeña un papel crucial en la capacidad de concebir: la microbiota.
En este artículo (publicado en el periodico La razón), exploraremos por qué la salud de nuestra microbiota es tan determinante para potenciar la fertilidad y cómo podemos cuidarla adecuadamente.
¿Qué es la microbiota?
La microbiota es el conjunto de bacterias que colonizan diversas partes de nuestro cuerpo, incluyendo la piel, el tracto digestivo (desde la boca hasta el intestino) y el aparato genital. Aunque pueda parecer sorprendente, estas bacterias juegan un papel esencial en nuestra salud general y, en particular, en la salud reproductiva.
Relación entre la microbiota y la fertilidad
Tanto la microbiota intestinal como la vaginal y endometrial desempeñan un papel crucial en la fertilidad. La salud de nuestra microbiota afecta a múltiples aspectos que son fundamentales para concebir con éxito:
- Eliminación de estrógenos: Nuestro cuerpo necesita eliminar los estrógenos que ya no son necesarios. La microbiota intestinal desempeña un papel clave en este proceso. Si la microbiota está desequilibrada o alterada, esto puede afectar la capacidad de nuestro cuerpo para eliminar adecuadamente los estrógenos, lo que puede provocar problemas hormonales y otros desequilibrios en el sistema reproductivo.
- Problemas hormonales: Una microbiota intestinal alterada puede conducir a problemas hormonales que afectan tanto al esperma como a los óvulos, lo que puede dificultar la fertilidad.
- Inflamación crónica: Un desequilibrio en la microbiota puede desencadenar inflamación crónica en el cuerpo, lo cual puede ser perjudicial para la fertilidad. La inflamación puede interferir con la función normal del sistema reproductivo y dificultar la concepción.
- Menor absorción de nutrientes: Una microbiota desequilibrada puede afectar la absorción de nutrientes esenciales en el intestino, lo que puede tener un impacto negativo en la salud en general y, por lo tanto, en la fertilidad.
- Alteraciones en el sistema inmune: La microbiota intestinal juega un papel importante en la regulación del sistema inmune. Un desequilibrio en la microbiota puede dar lugar a un sistema inmune hiperactivo o desregulado, lo que puede afectar negativamente la fertilidad al dificultar la implantación del embrión.
- No eliminación de tóxicos: Una microbiota alterada puede dificultar la eliminación de toxinas y sustancias no deseadas del cuerpo, lo que puede ser perjudicial para la salud reproductiva.
- Hormonas tiroideas: La salud de la microbiota también puede influir en el funcionamiento de las
Cuidar la microbiota para potenciar la fertilidad
Dado el impacto significativo que la microbiota tiene en la fertilidad, es esencial prestar atención a su salud. El primer paso es comprender qué está sucediendo exactamente en tu microbiota. Esto se puede lograr a través de un test de disbiosis intestinal, vaginal o endometrial, que permite identificar qué familias de microorganismos están alteradas en tu caso particular.
Una vez que se haya realizado este diagnóstico, se puede iniciar un tratamiento específico. Este tratamiento puede variar desde la necesidad de antibióticos hasta el uso de cepas específicas de probióticos y prebióticos, enzimas, ácidos grasos, aminoácidos, minerales y fitoterapia. Además, es fundamental acompañar cualquier tratamiento con una pauta nutricional adaptada a cada caso.
También es importante tener en cuenta que los hábitos de vida desempeñan un papel fundamental en la salud de la microbiota. El tipo de ejercicio físico que realizas, la atención a tus ciclos circadianos (horas de sueño y horario para dormir) y la gestión del estrés son factores que pueden influir en la salud de tu microbiota.
Falsos mitos y creencias sobre la microbiota
Es importante destacar que no siempre los problemas de microbiota se manifiestan con síntomas evidentes. Por ejemplo, una infección de Ureaplasma puede no causar síntomas perceptibles, pero aún así puede tener un impacto significativo en la fertilidad.
Esta infección puede afectar negativamente la calidad espermática, aumentar la tasa de abortos, aumentar el riesgo de partos prematuros y causar otros problemas en el proceso reproductivo.
En resumen, la microbiota desempeña un papel crucial en la fertilidad y en la salud reproductiva en general. Cuidar la salud de tu microbiota y abordar cualquier desequilibrio o alteración es fundamental si estás tratando de concebir.
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